Los fertilizantes a base de nitratos permiten a los Productores Para El Futuro cumplir con las condiciones de inocuidad y niveles máximos de metales pesados en los alimentos que cosechan. Así garantizan una mayor rentabilidad de su cultivo.
De acuerdo con la Comisión del Codex Alimentarius, organismo subsidiario de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), la trazabilidad “es la capacidad para seguir el movimiento de un alimento, a través de etapas específicas de suproducción, transformación y distribución”.
En los últimos años, el comportamiento del consumidor ha cambiado y ahora presta mayor atención al origen y contenido de lo que sirve en su mesa. Por tal motivo, la cadena de alimentos también da cada vez más importancia a la trazabilidad de los alimentos que compran con los agricultores.
Yara cuenta actualmente con varias certificaciones reconocidas por la Iniciativa Global de la Inocuidad de Alimentos (GFSI en inglés), que miden no solo la trazabilidad e inocuidad de los fertilizantes a base de nitratos, sino también el impacto ambiental de su uso racional, así como la salud y bienestar de sus trabajadores:
Tolerancia de metales pesados
La definición de metales pesados es muy amplia, sin embargo, en este caso nos referimos a los que son elementos tóxicos para los seres vivos. Los más comunes, regulados por la EPA* (Environmental Protection Agency) son: Arsénico, Cadmio, Cromo, Mercurio y Plomo.
Según la EPA, el mayor riesgo por contaminación de metales pesados ocurre cuando se utilizan sulfatos de zinc contaminados de fuentes no confiables. Algunos problemas que pueden causar en la salud humana son:
Es importante aclarar que también existen metales pesados necesarios para el crecimiento de los animales, las plantas y los seres humanos, que en las cantidades adecuadas no son tóxicos: Hierro, Cobalto, Cobre, Níquel, Manganeso, Zinc y Molibdeno.
Ahora bien, los Productores Para El Futuro deben tener en cuenta que ya existen alertas de importación a productos, debido al exceso de metales pesados, por ejemplo:
- Frutos secos como pasas y ciruelas / presencia de plomo por encima de los valores permitidos (Import Alert 20-03).
- Jugo enlatado de naranja-mandarina / presencia de plomo por encima de los valores permitidos (Import Alert 29-01).
No olvidemos que los fertilizantes también pueden contener metales pesados. De hecho, hay certificaciones que están dando importancia a la presencia de metales pesados en ellos: GLOBALG.A.P. IFA V 5.2 (PC: CB 4.5.2). Sin embargo, estudios de la EPA concluyen que los fertilizantes son generalmente seguros.
Aunque en los esquemas de certificación de inocuidad no se incluye una “tolerancia” para cumplir con niveles máximos de metales pesados en fertilizantes, los productores deben acatar las disposiciones legales de cada país y trabajar de cerca con su proveedor de nutrición de cultivos.
Las soluciones basadas en nitratos de Yara aseguran una trazabilidad en cada saco (bolsa), desde la fábrica hasta el campo. Su portafolio incluye una línea de fertilizantes foliares YaraVita® que ya cuentan con investigación aplicada en metales pesados como el Cadmio, y ayudan a minimizar significativamente los problemas que causa en cultivos frutales como piña y banano.
Cultivo de espinaca: resultados relativos a la aplicación de nitratos (prueba en maceta de invernadero con 2 suelos) evidenciaron que el sulfato de amonio conduce a la reducción del crecimiento y al aumento de la absorción de Cadmio, en comparación con el nitrato de calcio.
Cultivo de zanahoria: otro ensayo de Yara en macetas de invernadero reveló que la nutrición basada en nitratos y SOP reduce la absorción de Cadmio de las zanahorias.
El Cadmio imita el mecanismo de absorción y funciones metabólicas del Zinc; su disponibilidad depende mucho del pH del suelo y de la presencia competitiva de Calcio y Zinc. En la planta, el Cadmio perturba la función de enzimas y proteínas, pero no evidencia toxicidad en esta.
